EMPRENDEDORES *empresa*
AMANCIO ORTEGA
(Amancio Ortega Gaona; León, 1936) Empresario español, presidente del grupo textil Inditex (Industrias de Diseño Textil). Refugiado en la normalidad y en el anonimato, su vida e incluso su rostro han sido durante muchos años uno de los secretos mejor guardados del panorama empresarial español. Al iniciar el siglo XXI, se calculaba que su fortuna personal era una de las mayores del país (4.808 millones de euros) y el entramado empresarial que presidía y controlaba, con casi un 80% de participación, uno de los más relevantes de la industria nacional, valorado en más de 60.000 millones de eurosHijo de un ferroviario vallisoletano afincado en León, la familia se trasladó a La Coruña, donde el joven Amancio comenzó a trabajar como repartidor en la camisería Gala, uno de los negocios comerciales más célebres de la capital gallega. Al poco tiempo, le contrataron en la mercería La Maja, también negocio próspero de la ciudad regentado por los Castro Quintás, en el que ya trabajaban dos de sus hermanos, Antonio y Josefa, y donde conoció a Rosalía Mera Goyenechea, su primera esposa. Allí adquirió sus primeros conocimientos sobre el sector textil y no tardó en aventurarse con un negocio propio al que bautizó en 1963 con el nombre de Confecciones Goa (iniciales de su nombre y apellidos colocadas en orden inverso) y donde comenzó a fabricar batas guateadas.
Su concepción empresarial se asentó en la máxima de 'ofrecer moda a bajo precio' e ideó una fórmula para abaratar costes que pasaba por la formación de un negocio integrado en el que se fabricaba, se distribuía y se vendía directamente el género. Así nació en 1975 la primera tienda Zara en la calle Torreiro de La Coruña. Su familia, un núcleo compacto que todavía permanece en el Consejo de la compañía, y un reducido grupo de empleados se convirtieron en el primer equipo colaborador de Ortega y Zara se transformó en pocos años en un fenómeno empresarial, con escasos precedentes en España.
En 1985 se creó Inditex, compañía matriz que controla desde entonces las actividades de Zara y de las demás empresas del grupo. Inditex ha seguido una línea de integración vertical de negocio, por la que ha absorbido parte las actividades del proceso productivo que antes eran realizadas por sus clientes o por sus proveedores.
En cuanto a la diversificación de productos, en un principio se realizó sobre el ramo textil, con la creación de las firmas Pull&Bear, Bershka y Oysho y la adquisición del grupo Massimo Dutti (1995) y de Stradivarius (1999). Pero además de en el negocio textil, Ortega ha diversificado su iniciativa empresarial hacia otros sectores industriales como el inmobiliario, el financiero, los concesionarios de automóviles o la gestión de fondos de inversión.
La capacidad personal de Amancio Ortega para dirigir la empresa unida a la programación Just in Time (que le permite colocar los productos textiles demandados en los puntos de venta en sólo dos semanas) y a la política de precios consiguieron expandir el negocio e introducirlo con éxito en el mercado de cuarenta países, repartidos por todo el mundo. La estrategia de internacionalización del grupo ha sido intensa y se afianzó a partir de 2000 con una inversión de 270 millones de euros dirigida al crecimiento en el mercado exterior.
Desde la primera apertura de un punto de venta fuera de España en Oporto (Portugal) en 1988, Inditex se ha expandido por toda Europa e Iberoamérica principalmente, aunque también ha logrado implantarse en mercados de otros países como Arabia Saudí, Kuwait, Turquía, Japón o Estados Unidos. Los resultados consolidados del grupo de empresas controladas por Inditex representaron una cifra neta de negocio de 2.615 millones de euros en el año 2000, datos que se sustentan sobre una estructura de más de 1.300 puntos de venta que produjeron un beneficio neto consolidado de 262 millones de euros.
Amancio Ortega nunca concedía entrevistas y en los archivos de los periódicos sólo se conservaba una única fotografía del enigmático empresario gallego, la que apareció en 1999 en las páginas de la primera memoria oficial de Inditex. Aquel año se mostró a la sociedad el rostro del hombre que había levantado en treinta años un imperio empresarial en el que trabajaban más de 24.000 empleados.
Para el cambio de estrategia se encontraron dos causas principales: por un lado, la creación de la Fundación Amancio Ortega; y por otro, la intención del grupo de salir a Bolsa en el año 2001. Con vistas a la colocación del 26% del capital en el mercado de valores, el grupo fortaleció su presencia internacional y, por primera vez en su historia, la cifra de ventas fuera de España superó la facturación del mercado nacional.
Desde 2007 Amancio Ortega ha figurado un año tras otro en el top 10 de las listas de los hombres más ricos del mundo que publica la revista Forbes, junto a personajes públicos como el magnate mexicano Carlos Slim y los grandes de la informática estadounidense (Bill Gates, Jeff Bezos, Sergey Brin y Larry Page o Mark Zuckerberg). Entre sus aficiones conocidas destacan la hípica, los automóviles y la pintura. Marcos, el único hijo varón de Ortega, nació con una grave discapacidad y el empresario promovió la fundación de Paideia, una institución de apoyo a menores con deficiencias, que dirige su ex mujer, de la que se separó en 1986. Después se casó con Flora Pérez Marcote, empleada en una de sus fábricas.
LARRY ELLISON
64.800 millones de dólares (casi 60.000 millones de euros), han convertido a Larry Ellison (75 años) en el quinto hombre más ricos del mundo según la clasificación anual que publicó el pasado 7 de abril la revista Forbes. La cantidad se escapa a la comprensión de la mayoría a la hora de calcular que se podría hacer con esa cantidad ingente de dinero, pero el hombre que está justo por delante de Amancio Ortega –propietario de Inditex y sexto en la misma clasificación– une a su fortuna y a la empresa origen de la misma, Oracle, que no tienen ningún pudor a la hora de hacer ver que es muy, muy rico.
El cofundador de esta empresa especializada en la gestión de datos y que fue su director ejecutivo entre 1977 y 2014 (ahora conserva los cargos de presidente de la junta y director de tecnología), ha sabido convertir su negocio en una plataforma de éxito al mismo tiempo que ha sabido gastar el dinero que ganaba en numerosos caprichos excéntricos y en estar rodeado de famosos y mujeres jóvenes, que le han creado fama de despilfarrador y vanidoso en exceso.De lo que no se le puede acusar es de que alguien le haya puesto el dinero en los bolsillos sin habérselo ganado con su esfuerzo. Ellison nació en Nueva York, hijo de una madre soltera, Florence Spellman, que lo tuvo cuando solo tenía 19 años. Le entregó el niño a su hermana y su marido, Lillian Spellman Ellison y Louis Ellison, y fueron ellos quienes le criaron y le adoptaron cuando tenía solo nueve meses. Larry Ellison conoció a su madre biológica cuando él tenía 48 años y nunca supo la identidad de su padre. Vivió en un barrio humilde de Chicago y de él se dice que fue un estudiante brillante pero no demasiado centrado. Comenzó sus estudios en la Universidad de Illinois pero no se presentó a los exámenes finales del segundo curso debido a la muerte de su madre adoptiva. Después se matriculó en la Universidad de Chicago en Ciencias de la Computación, pero no se terminó de graduar y a los 20 años se trasladó definitivamente a California.
Se unió a dos de sus exjefes para un proyecto a medida y finalmente crearon Oracle en 1977 –aunque este no fue el nombre original de la empresa que pasó por dos cambios de identidad– en la que Ellison invirtió personalmente 1.400 dólares (algo más de 1.200 euros). El éxito de la idea queda patente en la fortuna de su fundador, que utiliza su dinero para dar rienda suelta a sus caprichos. Se ha casado cuatro veces y tiene dos hijos, suele ir acompañado de mujeres mucho más jóvenes que él, aparece con un rostro en el que se pueden adivinar los retoques estéticos y es un comprador imparable de artículos y propiedades de lujo. “Ellison no siente vergüenza de gastar su dinero. Colecciona mansiones, yates, aviones, coches de carrera y arte. Él compró uno de las islas más grandes de Hawái y no solo tiene una aerolínea, sino dos”, publicó en 2014 Business Insider.En 2004, por ejemplo, mandó construir en unos astilleros de Bremen un yate, el Rising Sun, valorado en 300 millones de dólares, diseñado por Jon Bannenberg y considerado una joya por los amantes de la naútica. Entonces era uno de los yates más grandes y lujosos del mundo y se comenta que cuando se estaba construyendo rivalizaba en tamaño con el que le estaban diseñando a Paul Allen, de Apple, y que Ellison no paró de aumentar su tamaño hasta que estuvo seguro que el suyo era mayor que el de su competidor. Compartió la propiedad del barco entre 2006 y 2010 con el productor discográfico David Geffen, quien terminó por comprarlo entero en 2010.En 2012 Larry Ellison puso su mirada en una isla de Hawái, la isla de Lanai, y adquirió el 98% de sus 364 km² de superficie y en la que ha invertido al menos medio billón de dólares. En ella existen dos importantes centros hoteleros, uno de ellos un hotel Four Seasons, pero sobre todo la ha convertido en un laboratorio de salud y bienestar basado en datos. El empresario también posee una casa de más de cuatro millones de dólares en San Francisco, un hotel cerca de Palo Alto, más de veinte casas en Malibú, un rancho en California, Rancho Mirage, de más de un millón de metros cuadrados, restaurantes, un club de golf, varias mansiones en el lago Tahoe, una mansión en Long Island y una villa en Japón que medios estadounidenses han valorado en 86 millones de dólares.
Lo que en otros propietarios de economías multimillonarias podría provocar envidia en el caso de Larry Ellison se suma a su fama de pedante y despilfarrador y no le genera demasiadas simpatías sobre todo desde que soltó hace ya varias décadas una frase que le persigue desde entonces: “No es suficiente que yo tenga éxito, todos los demás deben fallar”. En ese perseguir lo máximo, es público que Bill Gates está en su punto de mira y que uno de sus objetivos es alcanzarle y superarle en la lista de millonarios, en la que ocupa la segunda posición después de Jeff Bezos, el dueño de Amazon. En lo que no es tan activo como Gates es en idear proyectos solidarios. Algunos medios señalan que ha donado el 1% de su fortuna, pero que prefiere invertir en arte, pensar en abrir museos en algunas de sus numerosas propiedades o financiar el equipo de vela con el nombre de su empresa para competir en las regatas más famosas del mundo como la Copa América, un proyecto en el que solo en 2010 invirtió 100 millones de dólares.En 2012 Larry Ellison puso su mirada en una isla de Hawái, la isla de Lanai, y adquirió el 98% de sus 364 km² de superficie y en la que ha invertido al menos medio billón de dólares. En ella existen dos importantes centros hoteleros, uno de ellos un hotel Four Seasons, pero sobre todo la ha convertido en un laboratorio de salud y bienestar basado en datos. El empresario también posee una casa de más de cuatro millones de dólares en San Francisco, un hotel cerca de Palo Alto, más de veinte casas en Malibú, un rancho en California, Rancho Mirage, de más de un millón de metros cuadrados, restaurantes, un club de golf, varias mansiones en el lago Tahoe, una mansión en Long Island y una villa en Japón que medios estadounidenses han valorado en 86 millones de dólares.
Lo que en otros propietarios de economías multimillonarias podría provocar envidia en el caso de Larry Ellison se suma a su fama de pedante y despilfarrador y no le genera demasiadas simpatías sobre todo desde que soltó hace ya varias décadas una frase que le persigue desde entonces: “No es suficiente que yo tenga éxito, todos los demás deben fallar”. En ese perseguir lo máximo, es público que Bill Gates está en su punto de mira y que uno de sus objetivos es alcanzarle y superarle en la lista de millonarios, en la que ocupa la segunda posición después de Jeff Bezos, el dueño de Amazon. En lo que no es tan activo como Gates es en idear proyectos solidarios. Algunos medios señalan que ha donado el 1% de su fortuna, pero que prefiere invertir en arte, pensar en abrir museos en algunas de sus numerosas propiedades o financiar el equipo de vela con el nombre de su empresa para competir en las regatas más famosas del mundo como la Copa América, un proyecto en el que solo en 2010 invirtió 100 millones de dólares.
MUY BIEN
ResponderEliminarMuy buena
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